Bolso de mano y organizador

Me apetecía hacer un bolso de mano grande, abierto y, sobre todo, cómodo y muy práctico. Su tamaño no debía resultar aparatoso, pero sí suficiente para llevar el portátil y alguna carpeta si fuera necesario.

Las asas tenían que ser cortas para llevarlo en la mano, pero con el largo justo para poder colgarlo al hombro. Además tenían que ser resistentes ya que tendrían que soportar bastante peso.

Le puse bolsillos en el interior pero, en lugar de hacerle compartimentos que limitarían su capacidad, confeccioné un organizador independiente, aunque sujeto al interior del bolso con una cadena.

El bolso está hecho en vaqueta. El organizador, para evitar que fuera pesado y voluminoso, lo realicé en piel de potro bastante fina, con los fuelles y bolsillos en piel de cerdo.

Otra gran  ventaja es que el organizador lo puedo utilizar en otros bolsos y cestos.